En su trabajo de investigación, que constituye el objeto de este libro, Vania Widmer intentó descubrir cómo la historia del propio secuestro y de la propia restitución forma parte de la vida de esas personas; cómo integraron o no esos diferentes tiempos que los constituyeron: el tiempo del secreto, el tiempo de la revelación y de la verdad, y el tiempo de decidir si conocer o no a su familia biológica. Y se preguntó lo que esos niños, hoy adultos, hicieron con esa filiación traumática. ¿Todavía es posible? Uno no adviene solo. ¿Qué sucede cuando un niño reaparece, convertido en adulto, con toda una historia vivida con otros? Encuentra a su familia de origen, pero sin sus padres. Se instala un lazo con los abuelos. Un lazo con el Otro que es múltiple, y que implica también al otro social, que lo espera, que lo encuentra.
François Ansermet, de su prólogo “Advenir de lo insoportable”.