...Por eso estas son historias, no "historias clínicas", aunque pretendo dar cuenta del pensamiento analítico desde el cual puedo pensar y actuar, y me gustaría que fuesen leídas como instantes frágiles donde la reflexión se pone en marcha utilizando la propulsión de la paradoja. Hay en mí un deseo de que el análisis ayude a evitar la dimensión trágica de la vida, dando lugar al drama, y mejora la comedia, convirtiendo en un relato escuchable e interesante lo que de otro modo es insoportable. Eso permite empatia, compañía, sostenimiento afectivo. Si no se logra, el horror que inspira lo real se proyectará al otro alejándolo de poder cuestionarse, creando la única soledad que existe, la subjetiva. Lograr buenas respuestas no es un hecho banal, de los demás depende siempre la nutrición y el amor.