Una fuerte decisión atraviesa el libro: aportar al psicoanálisis y en particular a la clínica desde el Otro Pensar, ese que originariamente apareció bajo la forma del aforismo y el poema con sentidos siempre fragmentarios, ese Otro Pensar que dice del ser como una eclosión, elípticamente, como todo medio-decir, ese que Heidegger desplegó para que no quede plegado al saber y al conocimiento filosófico y ese al que luego Lacan nombró como "un decir menos tonto" por tener la trama de Poema. Osvaldo Meira insiste intensamente: la diferencia es la Existencia. Heidegger y Lacan fueron ambos testigos cada uno a su manera, de una época signada por una deriva general del sentido, una profunda desorientación al borde de la pérdida de todo significado último, por lo tanto de cualquier causa primera y finalidad. Desde este singular horizonte ontológico, que siempre es epocal, no resulta azaroso que ambos, hayan desmontado los significados cristalizados de la metafísica occidental y del psicoanálisis, en sus versiones lejanas al decir de Freud. Y desde este singular horizonte, Heidegger y Lacan se alejan de todo escepticismo, deviniendo sus obras en una real apuesta al pensamiento, al discurso y a la práctica. Lugares de encuentro, fraternidad en el decir, que no es nunca identidad conceptual ni traducción a una única clave interpretativa. Esto sería parafraseando a Lacan, una vergüenza de la ontología y una vergüenza del psicoanálisis .(honte) . Lejos de la vergüenza, el autor sostiene otra posibilidad más fecunda y potente: una arquitectura propia apoyada en una praxis eminentemente diferencial. Quizás, todo el esfuerzo de esta obra, esté orientado por el reconocimiento insistente de la diferencia sostenida en una práctica que es, definitivamente clínica y que desde su título clama por ser escuchada: Heidegger. Lacan. Heidegger: Ensayos clínicos. NORA TROSMAN