Las reflexiones de Jacques Lacan acerca “su” sujeto son, sin lugar a dudas, una de las teorías más bellas del siglo pasado. Al igual que lo que sucede con las matemáticas, dicha belleza o elegancia se alcanza cuando se conjugan tres atributos: seriedad, profundidad y sorpresa.
Algo es serio cuando es coherente, armónico, aunque incluya a la desproporción. Algo es profundo cuando se plantea un problema nuevo que pone en jaque, trastoca, a la verdad que hasta allí se manifestaba. Algo es sorprendente cuando se alcanza una conexión inesperada de elementos que parecían dispares.
Hasta donde sabemos, Lacan nunca enfatizó "su" teoría del sujeto como el propio aporte al pensamiento occidental; se encargó de dejar en claro que su invención respecto al psicoanálisis pasó por otro andarivel.
Quizás este fue un gran error.
3 cuotas de $5.666,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $17.000 |
1 cuota de $17.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $17.000 |
3 cuotas de $6.113,20 | Total $18.339,60 | |
6 cuotas de $3.288,93 | Total $19.733,60 | |
9 cuotas de $2.358,28 | Total $21.224,50 | |
12 cuotas de $1.901,45 | Total $22.817,40 | |
18 cuotas de $2.232,67 | Total $40.188 |
1 cuota de $20.260,60 | Total $20.260,60 | |
6 cuotas de $3.859,57 | Total $23.157,40 | |
12 cuotas de $2.565,58 | Total $30.787 |