LA LEY COMO EJE VITAL
La “viveza criolla”: un modelo cultural conflictivo
Patricia Romero Day
El eje de este libro gira sobre la relación de la ley y el amor... Las pasiones, tantas veces fascinantes, otras promocionadas, alejan de la placidez de la vida arrastrando mortíferamente. Los afectos pueden ser caricia o alerta... si se mantienen en matices serenos, su desborde hace perder la lucidez... y dejan vulnerable.
Desde el cuerpo y sus ritmos, hasta los vínculos sociales más complejos, el orden y la armonía cuidan la vida, los excesos la arruinan.
El prójimo como espejo, aceptar que todo lo humano nos concierne e involucra, que las acciones tienen consecuencias... va contra las tendencias "naturales" a la descarga sin filtro y al sometimiento del otro al propio servicio. Admitir al "semejante", respetando su núcleo original "diferente", lo puede transformar en amigo, compañero, socio... alejando la inequidad del concepto de enemigo, tan estéril.
Y el filtro privilegiado es la palabra, el discurso: personal para expresarnos hasta con nosotros mismos, no podemos pensar sin ellas; ...y social, para unirnos o separarnos según que las fantasmáticas representadas sirvan al respeto, aceptación de las diferencias y conciencia de las semejanzas... O convoquen al primitivismo de la enemistad tribal, con sus tristes resultados...
Inhibiendo o reprimiendo acciones y no pensamientos... buscando soluciones inteligentes, complejas, sintónicas y armónicas para que la vida pueda ser más agradable...
Las promesas facilistas como promesa encubren siempre una mentira ¿quien puede asegurar un futuro que no conoce?... Pensar es el único trabajo que no puede claudicar: no sostiene certezas, solo posibilidades, y esa es la pretensión de este ensayo.
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Patricia Romero Day nació en diciembre de 1945 en Uruguay, segundo hogar de sus padres que, aunque de profundas y muy antiguas raíces mendocinas, la política los llevó a veces al exilio y tenían una casa allí. Por eso ella se educó en Mendoza, pero pasó largos veranos uruguayos.
Se casa a los 17 años y parte al extranjero acompañando a su marido, científico, a Venezuela donde nace su hija. Un año después parten a Iowa, USA, donde comienza sus estudios universitarios, pero elige brevemente viajar a Mendoza para que nazca su segundo hijo.
En 1970 vuelven a Argentina al ser su marido convocado, y ella retoma sus estudios en la Universidad del Salvador, con los costos de tiempo esperables al cambio de universidad...se recibe en 1973. Años después cumplirá con su propio doctorado en la misma universidad. Había empezado la actividad docente como ayudante desde antes de recibirse, interrumpida en el 75 por la expulsión de varias cátedras.
Un nuevo hogar, otro hijo,...vicisitudes complejas en esos años difíciles la mantienen en la práctica privada, estudiando y escribiendo. Publica artículos en Actualidad Psicológica, Página 12, Imago Agenda, y múltiples revistas nacionales e internacionales, de Psicología y de difusión general.
En 1983 vuelve al trabajo institucional durante la gestión del Dr. Pacho O´Donnell. En el Centro Cultural San Martín co-coordina el Centro de Extensión Psicoanalítica, organizando un ciclo sobre "Arte y Psicoanálisis" que se "extiende" al Centro Cultural Recoleta. En el CCSM dirige también un ciclo sobre "Ecología Social" y otro sobre "Stress". Es invitada por la Escuela de Posgrado de la FADU a dar un seminario sobre "La construcción de la Imagen y la Espacialidad"... y asiste a innumerables congresos presentando trabajos.
El nuevo milenio la encuentra en APA, donde es titular, didacta, y partícipe de numerosas actividades. Publica Fragmentos, instrumentos y huellas de una práctica particular y El dinero como fetiche, ambos editados por Letra Viva.
Durante diez años dicta clases en la especialidad de Psicología Forense en la UCES... y de allí nace este libro, en el diálogo con los alumnos en la materia Delito y Transgresión.
