Real, Simbólico, Imaginario es una introducción desarrollada para quienes intentan aproximarse a lo que constituye un verdadero paradigma en la obra de Jacques Lacan. Es también una manera de acercamiento a su teorización por una de las tantas vías que él dejó abiertas para nosotros. Por ese mismo motivo no puede ser una obra exhaustiva, sino un recorte de temas sustanciales. En ellos intento esbozar didácticamente los tres registros, que no sólo son fundamentales para el pensamiento psicoanalítico, sino para otras disciplinas que no soslayarán su aplicación. Pero es una introducción, podríamos decir, de atrás hacia adelante, ya que empezamos por la última concepción de Jacques Lacan respecto a la estructura, virando desde el final de su obra hacia las primeras postulaciones teóricas. En el armado de los distintos capítulos que componen este libro, encontraremos que no fue el seminario sobre RSI, quien comandó la tarea, sino un entramado que atravesó los seminarios de Jacques Lacan en extensión. Ello se hizo necesario, ya que el propósito del libro no fue desarrollar un seminario específico, sino "Real, Simbólico, Imaginario" y sus implicancias. A medida que iba componiendo los distintos capítulos que hacen a esta demostración, se me presentó cada vez más clara la "interrelación" de los tres registros. Esto es: no podía pensar el uno sin los otros. La mezcla se producía a pesar de haber querido, rigurosamente, diferenciarlos con fines didácticos. Es así como el capítulo sobre el registro Simbólico se extendió, por necesidad, al Edipo y tocó aquellos puntos de Real donde ya nada podía decir. Y el registro Imaginario se deslizó por el recuerdo y la memoria, volviendo a la constitución del inconsciente, para luego, en los agujeros del cuerpo, dar lugar al objeto a.