“El orden, la avaricia y la obstinación. La procastinación, la ubicuidad y la oblatividad. El rebajamiento del deseo a la demanda del Otro. La obsecuencia y la complacencia: ‘Le pertenezco’. ‘Hay que cumplir con la patrona’. La pasión por la esclavitud. El trabajo forzado. La ilusoria espera de la muerte del Amo, donde la vida recién comenzará. La religiosa y absurda negación de la muerte. La identificación con el Padre Muerto y el Deseo como Imposible. La deuda externa, interna, en fin, eterna. El eterno dejar para mañana lo que ‘por las dudas’ no se atreve a hacer hoy. El cruel y narcisista rechazo de las diferencias. Rasgos de carácter de y desde los ‘anales’ de la historia. Formaciones del Yo que conducen a las preguntas existenciales por el ser y por la muerte. Finalmente la pregunta estructural que bordea una imposibilidad lógica: ¿Cómo ser padre sin matar a mi padre? Algo así como la vana pretensión de que los actos y sus consecuencias tuviesen alguna garantía. Propongo un riguroso, mas no por ello obsesivo, recorrido desde la teoría, la clínica y el cine, por esta estructura que en más de una ocasión ha puesto en jaque la eficacia del Psicoanálisis.”